Se usa cuando alguien siente un frío bravo, de esos que calan hasta los huesos, y además una soledad medio triste, como estar botado en medio del páramo boyacense sin alma alrededor. Es esa mezcla de helada, silencio y desamparo que uno conoce bien si ha madrugado en Boyacá. Y sí, tiene su toque dramático pero sabroso.

"Llegué a la casa y nadie había dejado comida, hacía un frío tenaz y ni el wifi servía, me sentía en el páramo total, tiritando y hablando solo como bobo."

¿Te gusta nuestro diccionario?

Además de rebuscar expresiones cañoneras, también contamos chistesitos.

Échale un ojo, si no te ríes en 10 segundos, te hacemos un descuento.

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!