Se usa para hablar de alguien que está ahí plantado sin hacer nada, como de adorno, sin aportar ni currar lo más mínimo. Puede ser el colega que no ayuda a recoger, el compi de piso que nunca friega o el típico que solo posa para la foto. No es un insulto brutal, pero sí un toque de atención con bastante guasa.
"Tía, el Antón vino a la mudanza, se sentó en la caja de la tele y no movió ni un dedo. Menudo muñeco, parecía figurante de serie cutre."