En Ayacucho se usa templar para decir que alguien se va calmando después de estar bien picado, nervioso o con la sangre en el techo. Es como bajar revoluciones y dejar de hacer drama. Nada que ver con templos ni cosas santas, es puro lenguaje de la calle y suena bastante sabroso, la verdad.
"Mi vieja estaba que echaba humo porque llegué tarde, pero con su matecito y un rato de chisme ya se fue templando de a poquitos."