Se dice cuando alguien anda medio enamorado o con ganas de caerle a otra persona, aunque intente hacerse el loco. Se le nota en la mirada, en cómo se pega “casualmente” y en que busca cualquier excusa para verla. Vamos, que tiene el lomo puesto y no lo puede disimular ni con todo el río encima.
"Mira a Miguel, dizque fue al río a pescar y ni anzuelo llevó. Fue porque sabía que Carolina iba. Ese tiene el lomo por ella, clarito."