En Colima, tepachear es darle sin miedo a una bebida hasta acabártela, como cuando te echas el tepache de un jalón o te terminas la jarra porque anda buena. No es tanto “probar”, es rematarla con ganas. Suena bien de barrio y bien fiestero, de esos planes que se alargan.
"Llegamos a la carne asada bien tranquilos y, de repente, mi compa dijo “una más” y terminamos tepacheando el tepache y hasta las chelas, bien chidos."