Expresión muy boyacense para hablar de alguien que se las da de importante, que presume más de la cuenta o alardea de cosas que ni son tan grandes ni siquiera son suyas. Es como cuando uno ve a alguien todo creído por algo mínimo y piensa que está sobreactuando. Y hay que admitir que suena tan típica de pueblo que hasta hace gracia.
"Mire a ese muchacho todo emperifollado tirando guedeja con la moto del primo, y apenas ayer andaba pidiendo fiado en la tienda del barrio."