Se dice cuando alguien se pone a coquetear o a echarle flores a otra persona con halagos bien melosos, como si estuviera regando el camino de cumplidos. En La Guaira lo sueltan mucho cuando alguien anda en modo conquistador, hablando bonito y tirando labia sin pena. A veces funciona, a veces da pena ajena, pero intento no juzgar.
"Miguel llegó con su flow y se la pasó toda la rumba tirándole pétalos a Julia, que si “reina”, que si “bella”, y la chama ya estaba sonriendo."