Se usa para hablar del compa que ya pasó los treinta pero sigue aferrado a la fiesta como si todavía tuviera veintidós. Es el que nunca falta al rodeo, al asado y al antro, aunque ya amanezca adolorido y con la rodilla tronando. Y la neta, a veces hasta se ve más prendido que los morros.
"Mira al Beto, bien treintón del rodeo, con la panza chelera y todo, pero ahí anda dando vueltas en la pista y ligándose a las morritas como si siguiera en la uni"