Apodo medio en broma para el que no larga el pucho ni a palos. Va siempre con el cigarro pegado a la mano, como si fuera una pieza más del cuerpo, tipo una tuerca que no se puede aflojar. Se usa para cargarlo un poco, con cariño o con mala leche, según el tono.
"Che, el Juan es una tuerca, no suelta el pucho ni para entrar al súper, y afuera está lloviendo a baldazos."