Expresión bien santiagueña para hablar de una cantidad exagerada de mosquitos o bichitos voladores, sobre todo en esas noches pegajosas de calor donde no corre ni una brisa. Cuando alguien dice que hay un mar de pío, básicamente te está avisando que te prepares con repelente o resignate a que te coman vivo. Y sí, tiene su gracia aunque pique.
"Anoche fuimos al río a tomar unos mates tranqui y había un mar de pío, terminamos todos zapateando como si estuviéramos en un festival de chacarera improvisado"