Se usa para hablar de la persona que vive pegada a la ventana, pendiente de todo lo que hacen los vecinos. Es el clásico chismoso profesional que se sabe los horarios, las peleas y hasta qué comieron en la casa de al lado. No siempre es con mala leche, pero sí cansa un poco tanta curiosidad ajena.
"Parce, ese don Álvaro sí es un ventanao, vio llegar a mi ex al edificio y al ratico ya todo el barrio sabía que yo tenía parche nuevo."