Se dice cuando quedas con el pelo hecho un desastre después de una rumba dura, como aplastado, enredado o con un peinado raro que no tiene salvación. Es ese look de trasnocho que grita que bailaste hasta el final y sudaste la vida. No es elegante, pero tiene su orgullo de sobreviviente.
"No me tome fotos, ñero, que salí de la rumba y quedé vinilao, parezco escoba vieja. Déjeme pasar por la casa a peinarme y ahí sí caigo al parche."