Se dice de alguien que vive como un zángano, o sea, sin laburar ni un poquito y tirando de los demás. Es el típico que se rasca la panza, se hace el boludo y encima la pasa joya, como si el mundo le debiera algo. Tiene un toque burlón y bien de chicana.
"El loco cae a lo de la abuela, se clava unas empanadas, pide prestado y después se tira a la siesta. Así cualquiera vive a lo zángano."