Se dice cuando alguien se lanza a hacer algo de golpe, sin pensarlo mucho, como con la cabeza caliente y cero frenos. Es ese impulso de “va, de una” que a veces sale épico y otras acaba en papelón. Muy de parche y de decisión mal calculada, pero hay que admitir que suena sabroso.
"Parce, Laura zarpó gallo y se metió al río con jeans y botas, y luego llorando porque el cel quedó muerto y ni toalla llevaba."