Se dice cuando alguien anda en plan chisme, cotilleando por gusto y sin culpa, como quien se sienta a echar el cafecito y a ver qué se cuenta. El diminutivo le da ese toque de travesura y relax, no tan mala leche. Vamos, que estás de metiche pero con sonrisita.
"No inventes, llegué cinco minutos tarde y ya estaban las tías del barrio andando de chismecito con el del Oxxo y la vecina, sacando el chisme recién horneado."