Partido de fútbol improvisado en el barrio, donde lo que importa es pasarlo chancho con los amigos más que las reglas del juego.
"Compadre, terminemos la pega rápido pa' armar una pichanga en la cancha de siempre."
En Trujillo y en buena parte del Perú, pichanga es el partidito improvisado, casi siempre de fulbito, que sale con los patas sin mucha organización. También puede usarse para una reunión medio armada al toque, con música, chelas y vacilón. No es elegante, pero es real y bien de barrio.
"Causa, cae al parque con tu pelota que sale su pichanga con los patas. Y si ganamos, nos vamos al jato de Lucho por unas chelas y a vacilar un rato."
Un partido de fútbol improvisado con los amigos, donde lo de menos es el marcador y lo que importa es la buena onda y pasarlo bien.
"Vamos al parque a armar una pichanga, cabros. ¡Traigan las bebidas pa' festejar después!"
Partido de fútbol informal y relajado, normalmente entre amigos o conocidos, más para pasarlo bien que para tomárselo en serio. Aunque ojo, que igual se pican y terminan jugando como si fuera la final del Mundial.
"Oye, armamos una pichanga el domingo en la cancha de la esquina, llevai las chelas y yo llevo la pelota"
En Arequipa pichanga es la clásica pichanguita de fulbito entre patas, bien informal y con harta chacota. Pero también se usa para hablar del regateo intenso en el mercado, cuando te peleas el precio con el casero hasta que baje todo lo que pueda. Es casi un deporte nacional, y la verdad es que tiene su ciencia.
"Mano, ayer fui al mercadito de San Camilo y en plena pichanga con la casera terminé sacando esa chompa casi regalada, tú sí eres sonso que pagas precio turista."