Expresión muy usada cuando un grupo decide montar una minifiesta improvisada en cualquier huequito disponible, como un pasillo, la esquina de la sala o el patio chiquito. No es un rumbón gigante, sino un corrito con música, birras y cháchara sabrosa. Es como decir que van a montar la gozadera ahí mismo, sin mucha planificación.
"Chamo, caigan con unas birras y la corneta bluetooth que vamos a armar un rincón brutal en el pasillo del edificio de Julián"