En Puerto Rico se usa para alguien que está bien pasado de vueltas, súper acelerado o medio fuera de control, ya sea por emoción, coraje o porque se dio un par de palos de más. Es como decir que la persona está tan intensa que no mide consecuencias, y hay que admitir que a veces da risa verlo desde afuera.
"Papi, anoche el tipo llegó al party bien arrebatao, se trepó en la mesa a perrear y casi tumba el bizcocho de la abuela."