Se dice cuando algo está arreglado a las apuradas, medio improvisado y con soluciones caseras que dan más fe que seguridad. No es que funcione perfecto, pero zafa y tira un rato. Muy de taller, de campo y de rebusque. Y sí, a veces da miedo, pero también tiene su encanto.
"Mirá la bici del Nico, le puso un alambre al freno y salió igual. Está todo atado con alambre, pero cae a la juntada como si nada, el culiau."