En Arequipa se le dice cacharro a un carro viejo o medio destartalado que ya pasó sus mejores épocas, pero igual sigue dando batalla. Puede sonar raro, botar humo o tener la puerta amarrada con alambre, pero te lleva y te trae. Se usa con cariño y un toque de burla, porque ese fierro tiene historia.
"Súbete al cacharro, compadre, que si aguanta la subida a Cayma hoy, mañana ya le ponemos su medallita y todo."
En Cusco se le dice cacharro a un carro viejo y medio destartalado, de esos que suenan más que avanzan y te hacen rezar en cada subida. No es necesariamente un insulto, también va con cariño y resignación cuando el bolsillo no da para más. Si tu auto parece reliquia, ya sabes.
"Ya pe, causa, si nos vamos en mi cacharro vamos a llegar mañana, ese motor suena como banda en fiesta y en la subida se muere."
En Moquegua se usa para hablar de un carro viejo, medio destartalado, que hace ruidos raros y parece que se va a caer a pedazos, pero sigue rodando como campeón. Es ese auto que da vergüenza ajena, pero al mismo tiempo es fiel como perro callejero. Y hay que admitir que muchos le tienen hasta cariño.
"Mi viejo dice que va a cambiar de carro hace diez años, pero ahí sigue el mismo cacharro subiendo el malecón, tosiendo humo y ganándole la carrera a los taxis chanchos."
En Tacna se usa para hablar de un auto viejo, medio destartalado, que hace ruidos raros y parece que se va a desarmar en cualquier momento. Es ese carro que ya debería jubilarse, pero sigue dando pelea. Suena cariñoso y burlón a la vez, y hay que admitir que tiene bastante gracia cuando lo dices.
"Causa, súbete nomás a mi cacharro, pero si llegamos al centro sin que se caiga una puerta ya es milagro, después te invito una chela bien helena."
En Áncash se usa para hablar de un carro viejazo, todo maltrecho, que suena a lata y parece que se va a desarmar en cualquier hueco, pero igual sigue jalando como guerrero. Es ese auto que da risa y pena a la vez, aunque en el fondo le tienes cariño porque nunca te deja tirado. Y hay que admitir que tiene su encanto.
"Ya pe, súbete nomás al cacharro de mi tío, pero si escuchas que algo truena no te asustes, es normal cuando subimos por esas trochas de la sierra"