En Sonora se dice de alguien que anda bien alterado o nervioso, como con el cuerpo tembloroso y la mente a mil. Puede ser por susto, por presión o porque ya se paniqueó y quiere salir corriendo. Suena medio chusco, pero pinta perfecto a quien no se puede estar quieto ni tantito.
"El compa se puso bien chiteado cuando el patrón le pidió la hora de entrada y él nomás se quedó tragando saliva en el jale."