Expresión moqueguana para hablar de alguien que está demasiado serio, rígido o parado, como si se hubiera tragado un choclo entero y no pudiera ni doblar el cuello. Se usa para pinchar un poco al amigo amargado del grupo y decirle que se relaje, que la vida no es velorio. Y hay que admitir que la imagen es buenísima.
"Oye causa, deja esa cara de choclo tieso, que estamos en la fiesta de la promo, no en el velorio del profe de mate."