Muletilla bien norteña para decir que sí, pero con énfasis y confianza. Es como soltar un “claro que sí” o “por supuesto”, y el pe le mete ese sabor piurano que suena cercano, medio pícaro y bien de calle. Se usa en conversaciones rápidas, para afirmar algo sin darle tantas vueltas.
"¿Vas a caer a la pichanga hoy? Claro pe, pero espérame que primero paso por un cevichito y ya estoy volando."
Expresión bien loretana para afirmar algo con seguridad y buena vibra amazónica. Es como decir obviamente o por supuesto, pero con ese toque de barrio de la selva que le da más sabor. Se usa cuando algo es tan obvio que casi da risa preguntarlo. Y la verdad, suena tan sabroso que provoca decirlo a cada rato.
"Oe, ¿vas a caer a la fiesta en la casa del vecino que pone cumbia hasta las 5 de la mañana? Claro, pe, si ya tengo la chela fría y el motocar listo desde ayer"