Picón

En Piura se le dice picón a la persona que se pica fácil, no sabe perder y se queda resentida por cualquier cosa. Si le ganas, si le bromeas o si no le das la razón, se amarga y empieza con la queja eterna. Vamos, el que se arde y no lo supera ni con ceviche.

"Le metí tres goles en el FIFA y el pata se puso picón, apagó el mando y empezó a decir que mi control estaba trucado toda la tarde."

Estar en la sala

En Piura se dice de alguien que está ido, distraído o en la luna, como si su mente se hubiera quedado sentada en la sala mirando la pared. Sirve para vacilar a tu pata cuando no pesca nada de lo que pasa o responde cualquier cosa. No es insulto fuerte, pero sí suelta su buena chiquita.

"Oe, te estoy hablando hace rato y tú nada, causa. Deja de estar en la sala y ponte las pilas que ya nos toca entrar."

Gastar caleta

En Piura y en general en Perú, gastar caleta es soltar un montón de plata, a veces sin querer admitirlo o sin hacer tanta bulla. Se usa cuando alguien dice que está misio, pero igual se revienta la billetera en salidas, comida o tragos. Tiene ese toque de gasto fuerte y medio disimulado.

"El Lucho jura que no tiene ni un sol, pero ayer lo vi en la playa gastando caleta en ceviche, chelas y hasta postrecito para la mancha."

Zambucar

Verbo bien piurano para decir que alguien se pone a bailar con un ritmo desatado, con ganas y sin vergüenza, como si la música lo hubiera poseído. No es solo moverse, es meterle sabor y energía hasta que la pista parezca que tiembla. Ideal para fiestas donde nadie se queda sentado.

"En la yunza, Juan se puso a zambucar con todo y, entre vuelta y vuelta, casi tumba la mesa de los bocaditos y la gaseosa."

Claro pe

Muletilla bien norteña para decir que sí, pero con énfasis y confianza. Es como soltar un “claro que sí” o “por supuesto”, y el pe le mete ese sabor piurano que suena cercano, medio pícaro y bien de calle. Se usa en conversaciones rápidas, para afirmar algo sin darle tantas vueltas.

"¿Vas a caer a la pichanga hoy? Claro pe, pero espérame que primero paso por un cevichito y ya estoy volando."

Pata

En Perú, y en Piura se escucha un montón, pata es tu amigo, tu causa, tu compadre de confianza. Se usa para llamar a alguien con cariño y cercanía, como decir colega o bro, pero bien peruano. Vale para el de toda la vida o el que acabas de conocer y ya cayó bien.

"Pata, este finde hacemos ceviche con su chela heladita y después nos vamos a la playa a rajar un rato, ¿ya quedamos o qué?"

Piuraque

En Piura se le dice piuraque a alguien bien fiestero, suelto y con chispa, de los que caen a la jarana como si fuera su hábitat natural. Es el pata que arma el plan, baila hasta con la tía y nunca se amarga. No es insulto, más bien es un guiño con cariño.

"Oe, Pablo es recontra piuraque, ayer cayó a la peña y terminó bailando con medio mundo, sudado pero feliz, como si recién empezara la noche."

Helacho

Juego de palabras entre helado y borracho. Se usa para decir que alguien está tan tomado que ni el frío le afecta o ni se entera del sereno. Es típico para vacilar al pata que se pasó de tragos y anda como si estuviera en la playa a medianoche. Suena gracioso, pero describe una borrachera seria.

"Anoche el José cayó helacho al tono, se quedó en la vereda en polo y ni el sereno de la madrugada lo movió."

Empezar la jarana

Se dice cuando alguien quiere arrancar la fiesta, el vacilón o el desmadre, ya sea de verdad con música y chelas, o en plan figurado cuando se viene el alboroto. Es como darle al botón de “ahora sí” y que se prenda todo. En Piura suena bien sabroso y bien calle.

"Oe, sube la cumbia y trae las chelas, causa, que ya es hora de empezar la jarana y que el vecino se aguante la bulla."

Jamear

Verbo bien piurano para decir comer con ganas, sin asco y con puro antojo, sobre todo cuando la comida está brutal. Es como zampar, pero con sabor norteño y un puntito de orgullo: si algo está rico, lo jameas y punto. Suena informal y callejero, perfecto para hablar de ceviche, seco o lo que caiga.

"Causa, ese ceviche estaba tan bravo que lo jameé completito y todavía me quedé mirando la fuente, a ver si aparecía más."

Estar en el pozo

Se dice cuando alguien está pasando una racha malísima, ya sea por plata, ánimo o problemas que se le juntan todos. Es como estar hundido, sin ganas y viendo todo negro, como si no hubiera salida. En Piura se suelta mucho para resumir el bajón en dos palabras. Duele, pero es bien gráfico.

"Desde que lo botaron de la chamba y encima se le malogró la moto, Miguel anda en el pozo y ni contesta el WhatsApp."

Bacán

Adjetivo para decir que algo o alguien está genial, que mola un montón o que está de lujo. En Piura se suelta para celebrar desde un planazo hasta una comida bien hecha. Es de esas palabras que levantan el ánimo y dejan claro que apruebas fuerte. Bacán y punto.

"Mano, ese ceviche está bacán, ya me dio hambre de solo olerlo. Pásame su ajicito y una chela, que hoy se come como rey."

Pradera

En Piura le dicen pradera, con toda la ironía del mundo, a cualquier manchita verde que aparece en pleno arenal. Puede ser un par de hierbajos, una mata de pasto o lo que sea que se atreva a vivir con ese sol bravo. Se usa en plan sarcástico, como diciendo mira qué paraíso, pero versión desierto.

"Oe, qué pradera la tuya, causa: dos yuyos ahí parados y ya te crees dueño del Serengeti, con este calorón piurano."

Humanito

En Piura se usa como trato cariñoso y bien de confianza para llamar a un pata, un amigo o alguien cercano. Es como decir compadre, causa o mi bro, pero con ese tonito piurano relajado. Sirve para saludar, pedir un favor o meter conversa sin sonar serio. Suena simple, pero engancha.

"Humanito, ya fue la dieta, vamos por una cevichecita y su chicha, que el calor está bravo y el malecón nos llama."

Plata como cancha

Se dice cuando alguien tiene un montón de dinero, pero un montón de verdad. Es como afirmar que la plata le sobra y la reparte por todos lados, como si fuera cancha tirada en el piso. En Perú suena bien callejero y medio burlón, sobre todo cuando el que tiene plata se aloca y empieza a gastar sin pensar.

"Desde que la pegó con el negocio del mango, el pata tiene plata como cancha y ahora se cree fino, comprando huevadas a lo loco por todo Piura."

Estar en la pradera

Se dice de alguien que está en las nubes, distraído o bien despistado, como si su mente se hubiera ido a pasear por una pradera y se olvidara del mundo real. En Piura suena bien gráfico y medio burlón, pero sin mala leche. Ideal para el pata que asiente a todo y no entiende nada.

"Oe, le expliqué tres veces la tarea y el pata me miraba sonriendo, está en la pradera mal, como vaca sin campana, y mañana hay entrega."

Sangrecita

En Piura se usa como apodo cariñoso para alguien muy cercano, tipo tu pata del alma, tu causa o ese compadre que siempre aparece cuando hay que hacer barra o cuando todo se pone feo. Suena bien familiar y de confianza, como decirle hermanito pero con sabor norteño. Bien de barrio, bien de corazón.

"Sangrecita, ya pe, cae a la esquina y nos metemos unas chelas antes del partido, que hoy gana sí o sí."

Estar en la lámpara

En Piura se dice cuando alguien anda en la luna, despistado o totalmente desconectado de lo que pasa. Es como estar mirando el techo mientras la vida te grita en la cara. Sirve para vacilar a un pata que no se entera de nada o que se queda pasmado en el peor momento. Bien piurano y bien burlón.

"Oe, ¿cómo que te fuiste al trabajo en sandalias y sin celular? Estás en la lámpara, causa, así no juegas."

Tablazo

En Piura se dice tablazo cuando algo te pega de golpe, pero en plan susto, impresión o sorpresa brava. Te deja tieso, como tabla, sin saber qué decir. Vale para un susto en la calle, una noticia inesperada o ver algo rarísimo. Es bien de la costa norte y suena más gracioso de lo que asusta.

"Causa, me dio un tablazo cuando el profe entró y dijo que el examen era hoy. Me quedé tieso, ni el lapicero agarré."

Estar como jamón

Se dice cuando alguien está bien atractivo, con buen cuerpo o simplemente de buen ver. Es como soltar que esa persona está para comérsela, comparándola con un jamón bien rico. En Piura suena bien de barrio y medio pícaro, perfecto para comentar al pata o a la flaca que anda rompiendo cuellos.

"Oe, ¿viste a Carlos en Máncora? Desde que se mete sus playas y su gym, está como jamón, causa, ya ni saluda de lo cotizado."

Churre

En Piura le dicen churre a un niño o chibolo, casi siempre con cariño o en plan de regaño suave. Es de esas palabras bien norteñas que suenan a casa, a barrio y a mamá llamándote desde la puerta. Sirve para hablarle directo a un crío o para referirse a él en general.

"¡Churre, ya pues! Deja la pelota un toque y ven a comer, que tu vieja te está gritando desde la esquina y todo el barrio te escucha."

Seco de careta

En Piura se le dice así a alguien que tiene una cara de piedra: no se avergüenza, no se inmuta y aguanta cualquier roche como si llevara una careta pegada. Puede sonar a elogio por lo frío y firme, o a crítica por caradura. Vamos, que le tiras indirectas y ni cosquillas.

"Ese Rodrigo es un seco de careta, causa: lo cuadraron delante de todos por llegar tarde y el pata ni se inmutó, como si nada."

Fierro

En Piura, decir que hay un fierro es avisar de que se viene una fiesta brava, con harto baile, trago y música a todo volumen. Es plan rumba sin excusas, de esas donde terminas sudado y feliz. Si te invitan a un fierro, no preguntes mucho, alista tus pasos y cae con ganas.

"Este sábado hay fierro en la casa de Julio, causa. Lleva tu chela y prepárate pa’ la cumbia, que ahí nadie se queda sentado."

Oye

Interjección súper común para llamar la atención de alguien o arrancar una frase, como un ey o un mira. En Piura se suelta mucho antes de pedir un favor, reclamar algo o, lo más típico, abrir la puerta al chisme del barrio. No es exclusiva de ahí, pero con su tonito piurano ya sabes que viene novela.

"Oye, ¿ya viste al Juancito? Dice que no, pero lo vieron bien campante con la vecina en la esquina, y acá en Piura todo se sabe al toque."

Ranqueado

En Piura se le dice a alguien que está bien parado, con contactos pesados y llegada a gente con poder. Un ranqueado se mueve fácil, consigue favores, abre puertas y siempre conoce a alguien que conoce a alguien. No es que sea famoso, es que está enchufado y sabe jugar sus cartas. A veces da envidia, la verdad.

"Tranquilo, para el permiso llama a Jorge, ese man está ranqueado y en una hora te lo saca, hasta el serenazgo lo saluda."

Chicote de mono

Dicho piurano para avisar que algo pica a lo bestia, de esos ajíes que te dejan la lengua temblando y te sacan lágrima sin pedir permiso. Se usa sobre todo con salsas, ceviches y cualquier cosa con harto ají. Si te lo sueltan, no te hagas el valiente, baja un cambio y busca tu chicha.

"Mano, no le metas más ají al ceviche, ¿ya? Esa salsa tiene un chicote de mono y después vas a estar pidiendo agua como loco."

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!