Se dice cuando alguien se pone a soltar historias del pasado, normalmente mil veces contadas, como si fueran la gran exclusiva. Suele ir con cariño y un pelín de cachondeo, rollo abuelo en sobremesa o colega nostálgico. No es que esté mal, pero a veces te atrapa y ya no sales vivo de ahí.
"En cuanto mi tío se arrancó a contar batallitas de cuando el Valencia ganó la liga, mi prima y yo nos miramos en plan: ya está, sobremesa hasta mañana."