Se usa para cuando alguien habla y habla sin parar, mete mucha labia o se pone intenso molestando con el mismo tema. Es como decir que está fastidiando, jodiendo la paciencia o dando muela a lo loco. Suena muy costeño y, aunque a veces cansa, hay que admitir que tiene su gracia cuando no es contigo.
"No le abras la puerta a Ramón, que se sienta, se sirve el tinto y empieza a dar cajeta hasta contarte la novela entera de la vecina del barrio"