En Ecuador se dice dar prestado cuando le pasas algo a alguien con la esperanza de que te lo devuelva, aunque en el fondo sabes que capaz nunca vuelve. Es como un acto de fe entre panas, medio ingenuo, medio resignado. Suena generoso, pero todos sabemos que a veces es despedida definitiva del objeto.
"Ñaño, te voy a dar prestado el Play para el finde, pero no te me hagas el loco luego que yo sí me acuerdo quién me debe qué."