Se suelta cuando alguien está dando la lata con ruido, bulla o una habladera que no lleva a ningún lado. Es como decirle: ya, bájale dos, deja el show y no sigas fastidiando. Muy de La Guaira, con ese tono de calle que corta el fastidio en seco. Y sí, suele ir con su buen “chamo” al final.
"Llevas media hora con el mismo cuento y con la música a todo volumen. Deja el cañón, chamo, que aquí nadie está pa' ese escándalo."