Montar un jolgorio o armar un buen barullo con risas, música y cachondeo. Básicamente liarla parda con los colegas.
"Ayer fuimos al bar de Juanito y echamos la bulla hasta que cerraron, ¡nos echaron por fiesteros!"
Se usa para decir que alguien se pone a gritar, montar escándalo o armar un jaleo curioso, ya sea de cabreo o de fiesta. Es como cuando el silencio se va a tomar viento y todo el mundo se desata. Muy típico en bares, peñas y fiestas de pueblo, y hay que admitir que tiene su puntito divertido.
"En las fiestas del pueblo, como le pongan paquito el chocolatero a mi primo, empieza a echar la bulla, se sube a la barra y acaba animando hasta al señor del bar."