Expresión costeña para hablar de la siesta del mediodía, tipo apagón táctico para recargar baterías después del almuerzo. La idea es dormir un ratico corto, como de doce a doce y pico, para no quedar zombie el resto del día. Eso sí, si te pasas, te levantas más perdido que turco en la neblina, pero bien descansado.
"Parce, después de ese sancocho con arroz de coco me voy a echar una doce, porque si sigo en la oficina me quedo dormido encima del teclado y el jefe me arma el show."