Se usa en plan coña para decir que te quedaste atrapado en una charla eterna con alguien, normalmente un gallego de los de barra de bar. Empiezas hablando del tiempo y acabas sabiendo la historia del pueblo, del pulpo, de la romería y de la prima de Cuenca. Es como caer en arenas movedizas de conversación, pero con retranca.
"Fui a por pan un momento y me emplaté con Manolo en la puerta del súper, salí sabiendo la vida amorosa de medio pueblo y hasta la receta secreta del pulpo a feira"