Se dice de alguien que está a tope de energía, hiperactivo o demasiado animado, como si le hubieran dado cuerda. Puede ser porque está feliz, porque se metió su buena jarana o porque simplemente anda acelerado. En Moquegua suena bien de calle y sirve para describir al que no se queda quieto ni un segundo.
"Fuimos a la peña y el Panchito estaba como riego, se bailó todas, cantó a grito pelado y hasta quería seguirla en otra, no se cansaba nunca."