De ley
En Moquegua y en buena parte del Perú se usa para decir que algo es fijo, seguro o que va a pasar sí o sí. Es como soltar un “obvio” o un “de todas maneras”, pero con más convicción y calle. También sirve para confirmar un plan sin dudar, como si ya estuviera firmado.
"Oe, ¿vas a caer al tono el sábado o te vas a hacer el loco? De ley, causa, ahí estoy tempranito con mi chela."
Mollete
En Moquegua, mollete no va de panecillos, va de actitud. Se le dice a la persona que se hace la difícil o la desentendida para que la rueguen, la busquen o le pidan las cosas con cariño. Vamos, que finge que no quiere, pero por dentro está esperando que le insistan. Y sí, se nota a kilómetros.
"No seas mollete, flaco. Si te mueres por jugar, deja la pose y métete a la pichanga de una vez, que falta uno y todos te están llamando."
¡Qué maquinón!
Se suelta para elogiar a alguien que la rompe en algo, porque es rapidísimo, eficiente o tiene un nivel brutal. Es como decir que funciona como una máquina, pero en plan piropo callejero. Vale para el fútbol, la chamba, los estudios o lo que sea. Suena bien peruano y queda de lujo para tirar flores.
"¿Has visto a Juanito en la pichanga? Metió tres goles y ni sudó. ¡Qué maquinón! Después se fue a la chamba como si nada."
Señor chocherita
Forma vacilona y cariñosa de llamar a un pata, como si fuera un señorón importante, pero en plan broma. Se usa para bajarle un poco los humos a alguien que se está poniendo muy serio o muy creído, sin mala leche. Suena bien moqueguano y tiene ese toque de confianza de barrio.
"Oe, señor chocherita, ya pues, deja la pose y cae al fulbito, que falta uno y tú te crees gerente."
Fuentesazo
Se dice cuando te llega un chisme con supuesta “buena fuente”, de esos que vienen cargaditos y todo el mundo comenta. Es el rumor bomba del día, el dato caliente que te sueltan como si fuera confirmado, aunque a veces sea puro floro. Ideal para el barrio, la chamba o el mercado.
"Oe, me llegó un fuentesazo: dicen que Don Pepe ahora vende anticuchos veganos en la esquina. Si es verdad, hoy mismo me lanzo a probarlos."
La misa moqueguana
Dicho sarcástico de Moquegua para cuando una juntada que iba a ser cortita se alarga como chicle. Empiezas con un cafecito y, sin darte cuenta, ya van horas de charla, piqueos, otra ronda y el chisme completo. Se usa mucho en plan dominguero, cuando nadie tiene apuro y la sobremesa se vuelve eterna.
"Yo dije que pasaba un ratito, pero entre el cevichito, la chela y la conversa, se armó la misa moqueguana y salí de noche."
Jugarle a la papa
Se dice cuando alguien se las da de vivo o de experto, pero en realidad no tiene ni idea y solo está faroleando. Es como “hacerse el bacán” sin sustento, queriendo impresionar a la gente con pura pose. Suele usarse en tono de burla cuando alguien se mete a opinar o a arreglar cosas y la termina embarrando.
"Míralo al Lucho jugándole a la papa, jurando que sabe de electricidad y conectó todo al revés. Ahora ni prende la tele y encima se hace el ofendido."
Estar achorado
En Perú se dice cuando alguien se pone bravo y desafiante, con actitud de matón, como queriendo imponerse a la mala. Puede ser porque está picón, porque lo han provocado o porque anda buscando bronca. No siempre es valentía real, a veces es puro show de barrio. Ojo, que suele venir con mal genio.
"No le digas nada a Carlos ahorita, causa, está achorado porque el vecino otra vez le metió el carro en su cochera y ya quiere armar bronca."
Camello
En Moquegua, aparte del bicho del desierto, camello se usa para hablar de curro duro y constante, de ese que te deja molido y con la espalda pidiendo tregua. Es como decir que estás full chamba y no paras ni para respirar. Y sí, suena a Sahara, pero el calor te lo pone la pega.
"Esta semana estoy con harto camello en la chamba, de lunes a lunes, pero saliendo nos vamos por una chelita para revivir."
Al toque nomás
Se dice cuando algo se hace ya mismo, sin vueltas y sin perder ni un segundo. Es como soltar un "ahorita" pero en modo turbo, bien de calle. También sirve para apurar a alguien: te están pidiendo que te muevas rápido y sin excusas. Si lo dices, es que vas directo al grano.
"Oe, dicen que en la plaza están regalando anticuchos, así que me cambio y caigo al toque nomás, no me esperen con hambre."
Jalarse de moqueguazo
Dicho moqueguano para cuando te activas de golpe y te pones las pilas, normalmente para sacar a alguien del apuro. Es como agarrar coraje, moverte rápido y cubrir a tu pata antes de que le caiga la bronca. Se usa mucho en plan compinche, de barrio, y suena bien local, bien de Moquegua.
"Mi pata se quedó sin plata pa' la combi y yo me jalé de moqueguazo, le presté y lo tapé antes de que la vieja se diera cuenta."
Aventar la papa
Se dice cuando alguien se lanza de cabeza a algo, sin pensarlo mucho, ya sea a una chamba, un plan o una bronca. Es como “tirarse al agua” pero con sabor moqueguano. Puede sonar a impulso o a entusiasmo, según el tono. Si lo sueltas bien, queda bien criollo.
"Apenas dijeron que había pichanga en la losa, el Piero aventó la papa y cayó con su short, su gaseosa y cero excusas."
Estar como riego
Se dice de alguien que está a tope de energía, hiperactivo o demasiado animado, como si le hubieran dado cuerda. Puede ser porque está feliz, porque se metió su buena jarana o porque simplemente anda acelerado. En Moquegua suena bien de calle y sirve para describir al que no se queda quieto ni un segundo.
"Fuimos a la peña y el Panchito estaba como riego, se bailó todas, cantó a grito pelado y hasta quería seguirla en otra, no se cansaba nunca."
Chiripioles
Se dice cuando te da ese escalofrío raro, como cosquilleo o piel de gallina, que te recorre el cuerpo por un susto, una impresión fuerte o algo bien siniestro. Es el típico frío que te baja por la espalda cuando te cuentan una historia de miedo o ves algo que te deja helado. Y sí, se siente feíto.
"Ayer contaron la historia de la Llorona en la esquina y me dieron chiripioles, llegué a mi casa con la luz prendida y cero ganas de asomarme."
Doblar
En Moquegua, doblar no es solo girar en la esquina. También se usa en plan broma para decir que has comido a lo bestia y quedas pesadísimo, como si el cuerpo se te fuera a doblar del empacho. Es la típica exageración después de un buen banquete, de esos que te dejan tieso en la silla.
"Causa, entre la pachamanca y el chicharrón ya me doblé, estoy que reviento. Llévenme en carretilla porque ni pararme puedo."
Sopapo
En Moquegua y en buena parte del Perú, un sopapo es una cachetada bien puesta, de esas que suenan seco y te dejan la cara ardiendo y el orgullo temblando. No es un golpecito, es un tortazo con intención, normalmente por fastidio o por pasarse de vivo. Duele, pica y encima da vergüenza.
"A Toño le cayó su sopapo por dejarme plantada y se quedó más tieso que palo, hasta la chalina salió volando y la gente se hizo la loca."
Luna mochica
Se dice cuando la juerga se alarga sin piedad y te agarra desde la tarde hasta que amanece. Es ese plan que empieza con una chela tranquila, se convierte en fiesta, y de pronto estás viendo salir el sol con la misma ropa y cero dignidad. Si te pasó, felicidades, te pegaste una luna mochica.
"Ayer nos pegamos una luna mochica brava: arrancamos con el almuerzo, cayeron sus chelas, y terminamos bailando en la sala hasta que amaneció."
Roer la canchita
Dicho moqueguano para cuando estás ansioso y no te aguantas, esperando algo con una impaciencia que te come por dentro. La imagen es clarita: como si estuvieras ahí, roendo canchita sin parar, puro nervio. Se usa mucho para resultados, noticias, citas o cualquier cosa que te tiene con el corazón acelerado.
"La Antonia estaba roendo la canchita por el WhatsApp del profe, esperando si su hijo pasaba el año. Caminaba de un lado a otro y ya se había bajado media bolsa."
Te bajaste del tren
Se le suelta a alguien cuando va perdidísimo y no se ha enterado de lo último, ya sea un chisme del barrio, una noticia o la moda del momento. Es como decirle que se quedó en la estación mientras el resto ya va en marcha. Suena medio burlón, pero más en plan vacile que mala leche.
"¿Recién te enteras que cambiaron al profe y ahora todos pasan con 20? Ya pues, causa, te bajaste del tren y encima sin boleto."
Arrancarse al toque
Se dice cuando alguien se va volando de un sitio, sin pensarlo mucho y casi siempre por apuro, por miedo o para zafar de un roche. Es como desaparecer en un segundo: estabas acá y de pronto ya no. Muy de calle en el sur del Perú, y suena más gracioso cuando pasa por chismes o dramas.
"Estábamos en la chela tranqui y, cuando cayó el pata que le debe plata, el Juan se puso pálido y se arrancó al toque, ni se despidió."
Tantar
En Moquegua, tantar es pillar la idea, adivinar o intuir algo sin que te lo suelten en la cara. Es ese momento en que atas cabos con una mirada, un gesto o un silencio y dices: ya sé por dónde va la cosa. No es magia, es calle y ojo fino. Y sí, da gustito acertar.
"No me dijo ni pío, pero yo lo tanté al toque: el pata anda con su floro para conquistar a la vecina del frente."
Estar bloque
Se dice cuando alguien se queda en blanco, medio atontado o desconectado, como si el cerebro se hubiera puesto en modo avión. Puede ser por sueño, estrés, resaca o porque te soltaron una explicación y no te entró ni una. Es bastante coloquial y suena a: no me da la cabeza ahora mismo.
"No me hables ahorita, causa, que estoy bloque y no entiendo ni papa. Me explicas lo del trámite y mi cerebro hace buffering, estoy más perdido que cuy en tómbola."