Dicho bien cordobés para bardear, con cariño o con bronca, a alguien que va lentísimo, como arrastrando las patas y sin apuro por la vida. Se usa cuando estás apurado y el otro viene en modo paseo eterno. No es un insulto heavy, pero te deja clarito que te está sacando de quicio.
"Dale, culiau, dejá de hacer cola de vaca que ya prendieron el fuego y vos venís a paso de tortuga, ¿querés que el asado se enfríe o qué?"