Se dice cuando te vas a las fiestas del pueblo o a la feria con la cuadrilla, a dar una vuelta entre casetas, verbena y cacharros, y acabar bailando como si no hubiera mañana. Suele implicar comer algo por ahí, beber lo típico y volver a casa tarde. Y sí, al día siguiente suele haber resaca y poca dignidad.
"Este finde nos vamos de feria al pueblo con la cuadrilla, así que ponte las zapatillas cómodas, que entre la verbena y los cacharros acabamos cerrando el bar."
Se dice cuando alguien se va por las ramas y se pone a hablar de cualquier cosa menos de lo que tocaba. Arranca con una respuesta simple y termina en un cuento eterno, lleno de detalles raros, vueltas y personajes que nadie pidió. En Argentina se usa mucho para marcar que el otro se embaló mal y ya no hay forma de frenarlo.
"Le pregunté a Juan si venía a la juntada y se fue de feria: arrancó con el bondi, siguió con un perro famoso y terminó con un pingüino en la banquina."