Se dice cuando alguien está cayéndole a otra persona con labia, halagos y promesas, a veces medio exageradas, con tal de conquistarla. Es el típico plan de coqueteo insistente, como echando cuento a ver si pega. En La Guajira suena bien costeño y se usa mucho para vacilar al que anda de enamorador.
"Mira a ese man, desde que llegó la pelaa no hace sino jalarle el perro, dizque le va a bajar la luna y hasta la quiere llevar pa’ Cabo de la Vela."