Se le dice a alguien que es bien vivo y habilidoso, de esos que agarran la onda al toque y te resuelven cualquier lío sin sudar. También vale para el que aprende rapidísimo y parece que se lo traga todo. Es un piropo callejero, medio de admiración y medio de envidia sana.
"Ese Carlos es un juku, loco: en una semana aprendió charango y ya está animando la peña como si fuera de toda la vida."