En Misiones se dice lampar cuando alguien se queda mirando fijo, sin disimular, como clavándote los ojos. Suele ser por chamuyo, por querer llamar la atención o por puro morbo de chusma. Es esa mirada insistente que incomoda un toque y delata que hay interés. Si te están lampando, se nota a kilómetros.
"Che, dejá de lampar al pibe del kiosco, ya se dio cuenta y te va a cobrar el doble por la gaseosa, enamorada."