Se usa cuando un lugar está petado de gente, pero en plan buena onda, rodeado de amigos o conocidos. Es como decir que el sitio estaba a reventar, casi como una lata de sardinas, pero con pura banda de confianza. Suena cálido, fiestero y muy de reunión boliviana, la típica juntucha donde siempre cae alguien más y nadie se queja.
"Ayer la casa de la Jenny estaba llena de cuates, ya no entraba ni un alfiler y aun así seguían cayendo más changos con cerveza y pique macho."