Se dice de alguien que se pone a llorar o a quejarse de forma exagerada por una pavada, armando un drama como si fuera el fin del mundo. La imagen de la takuara rajá, una caña rajada, le mete ese toque guaraní bien paraguayo: frágil, chillón y medio escandaloso. Útil para bajar a tierra al dramático de turno.
"Juancho lloriqueó como takuara rajá porque en el almuerzo no había mandioca, y eso que tenía arroz, carne y hasta ensalada, nde tavy."