En Entre Ríos se dice cuando alguien se manda una cagada o una jugada medio turbia y recién te enterás después, cuando ya es tarde para frenarla. También vale para una sorpresa inesperada que te deja pagando. Es bien de charla entre amigos, con tono de reproche y risa a la vez.
"Che, el Damián se mandó una atrasada y cayó con cincuenta choris al asado sin avisar, ahora no entra nadie en el patio y falta hielo."