En Apurímac se dice meter loma cuando alguien se esfuerza a lo bestia, como si estuviera subiendo una cuesta interminable y sin aire. Se usa para hablar de chamba intensa, estudio maratónico o cualquier cosa que te deja molido. Es como decir que te has reventado currando, pero con sabor serrano y bien sufrido.
"Hermano, ayer metí tanta loma en la chamba que llegué a mi casa, me tiré en la cama con la casaca puesta y ya no supe ni cómo me llamo"