Se usa cuando alguien se pasa de la raya, se pone demasiado pesado o ya está abusando de la situación. Es como decir que ya se le fue la mano y está cruzando todos los límites de la paciencia ajena. Suena gracioso, pero cuando te lo sueltan es porque ya tienes a todo el mundo hasta la coronilla.
"Oye, primo, ya está bien de pedirme saldo y de comerte mi yuca frita, estás pasando de la guayaba y te voy a mandar a freír plátanos ya mismo"