En Iquitos se le dice así a la persona bien rajona, la que tiene la lengua filuda y vive criticando a todo el mundo. No es solo que opine, es que raja con ganas, sin filtro y a veces con mala leche. Si hay chisme en la mesa, fijo aparece un pata rajada a prender la mecha.
"No invites a Juana, pe, es bien pata rajada: en el almuerzo rajó del novio, de la tía y hasta del perro del vecino."