Significa lucirse con descaro, caminar inflado de orgullo para que todo el mundo vea lo que tienes o lo que lograste. En Caracas es ese paseo agrandado, medio sifrino, cuando te crees la última Coca-Cola del desierto. A veces da risa, a veces da pena ajena, pero igual uno se queda mirando.
"Desde que se compró ese carro nuevo, el pana anda pavoneándose por toda Caracas, dando vueltas por Las Mercedes como si fuera dueño de la ciudad."