Se usa para hablar de chamba dura, constante y medio ingrata, donde le echas horas y sudor sin ver resultados rápidos. Es como estar dándole y dándole a algo que parece eterno, pero que al final sí rinde frutos. Suena a castigo, pero también a orgullo de aguantar vara y no rajarse.

"No creas que el negocio salió de la nada, carnal, me aventé años picando piedra, tragando camión y comiendo tacos fríos en la oficina."

En Dominicana se usa para hablar de alguien que está en la calle dándole duro al jangueo, de fiesta en fiesta y casi sin dormir, sobre todo los fines de semana. Es esa persona que nunca dice que no a un coro, siempre aparece en todos los bonches y al otro día anda explotado, pero feliz de la vida.

"Loco, desde el jueves que ese tigre está picando piedra, anoche salió del coro a las 7 de la mañana y hoy otra vez quiere irse pa' la Zona a seguir el bonche."

Se usa para hablar de trabajar durísimo, con paciencia y sin rendirse, cuando todo avanza a paso de tortuga y nadie te regala nada. Es como decir que estás empezando desde abajo, aguantando la presión y el cansancio. Suena a lucha diaria, a rebusque constante, y la verdad es que tiene su toque heroico y todo.

"Parce, si querés montar tu propio negocio en Medellín, prepárese pa' picar piedra un buen rato antes de ver la platica entrando de verdad."

En Honduras se usa para hablar de cuando alguien insiste duro en algo que está bien complicado, ya sea un trabajo pesado o conquistar a alguien que parece misión imposible. Es como decir que le está metiendo esfuerzo a lo bruto, aunque todo el mundo piense que no va a lograr nada. Y la verdad, a veces hasta da ternurita.

"Mirá vos, el Chepe sigue picando piedra con la vecina del 4B, ya le dijo que no mil veces y el maje todavía llega con flores y churros."

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