Expresión bien porteña para decir que algo es un desorden total, un caos hermoso pero incontrolable. Se usa cuando todo está patas para arriba, hay ruido, gente, lío y nadie entiende nada. Puede ser queja, sorpresa o hasta admiración, porque a veces el quilombo también tiene su encanto y te saca una sonrisa.
"Llegué a Constitución un viernes a la tarde y qué quilombo, che, gente corriendo, vendedores a los gritos, bondis trabados y yo en el medio sin saber ni para qué lado encarar."