Se dice cuando algo está pasado de la raya, exagerado o simplemente rarísimo, de esos planes que uno ve y piensa: ¿pero esta gente qué. En Santander suena muy natural para soltar sorpresa, burla o incredulidad ante una situación fuera de lo común. Sirve tanto para una locura chistosa como para una metida de pata monumental.
"¿Usted vio al man ese cargando una nevera en la moto, sin casco y con el perro atrás? No joda, ¡qué vaina subida!"