En Mérida se dice así cuando ya toca irse de un lugar y levantar todas tus cosas, sobre todo al final de la fiesta o cuando ya están cerrando el changarro. Es como admitir que el cotorreo se acabó y hay que mover el cuerpo a otro lado. Suena medio tierno, aunque a veces duela despedirse.
"Ya apagaron la música y Doña Chayito anda bajando las cortinas, así que ni modo, a recoger los tiliches y seguir la peda en casa de la comadre."