Expresión muy cántabra para decir que tu tierra te llama fuerte, que por mucho que viajes o te largues lejos siempre hay algo que te empuja a volver. Habla de morriña, raíces y de que uno es de donde ha mamado la leche y las rabas. Y hay que admitir que tiene un punto bastante tierno.
"Me fui a currar a Madrid todo flipado con la gran ciudad, pero cada vez que huelo la mar en Santander sé que tarde o temprano volveré, que tierra tira y lo demás son cuentos."